Desarrollo Profesional
Recuerdo una frase que un emprendedor me dijo en un momento no muy feliz de su emprendimiento: ” ahora que estoy emprendiendo soy mejor empleado”.
Hay un ideal romántico con el que aquellos que son empleados ven a los emprendedores, como personas que han alcanzado ese mundo feliz en el que cada uno es dueño de su tiempo, lo administra como quiere y no tiene jefe, y este mundo feliz no muchas veces se condice con la realidad.
Lo que vemos de la vida del emprendedor es ese glamour a través de las redes sociales, esa vida perfecta de sonrisas y mañanas largas sin despertador. Cualquier persona que esté efectivamente recorriendo este camino de emprender puede sacarte muy rápidamente esa idea de la cabeza… La vida del emprendedor dista bastante de esa felicidad y disfrute del tiempo sin límite que suelen envidiar los que tienen jefe y salario a fin de mes.
Pero se puede negar y seguro también muchos emprendedores te lo dirán y es que hay algo internamente que los impulsa a lograr esa independencia y autonomía para hacer lo que realmente quieren en la vida, así tengan que trabajar siendo jefes y empleados de ellos mismos 7 x 24. Ese impulso es una búsqueda constante por ir más allá y querer desarrollar y poner en marcha negocios, ideas o emprendimientos, este impulso es tan importante que me atrevo a decir que esas personas son emprendedoras aunque estén trabajando para otros.
¿Se puede ser emprendedor en un trabajo en relación de dependencia? Depende, yo diría que sí es posible, para eso hay que vencer el status quo y sobre todo querer innovar y estar en una empresa que lo permita y lo aliente. También vemos emprendedores que crecen y sus emprendimientos se transforman en grandes empresas e increiblemente ya no son tan flexibles como cuando comenzaron, para esto también hay solución y es fundamental darse cuenta a tiempo, evitar que se formen silos y mantener un espíritu colaborativo y una cultura de innovación.
Y este es el punto, porque no es posible recomendar un camino o el otro, depende de cada individuo y es una de las decisiones más importantes en la vida porque sin quererlo es posible que esta decisión decida toda tu vida futura.
Algo importante en cada paso que des, ya sea en un trabajo en relación de dependencia o en un emprendimiento, es que tengas el compromiso de aprender, arriesgar, cometer errores, experimentar, pivotar si no te convence, y también pensar que nada es definitivo o está escrito en piedra y así como hay emprendedores de 18 años, también los hay de 70. Los tiempos cambian, las necesidades en una etapa de la vida son diferentes que en otras y permitirte cambiar es de personas inteligentes y sabias.
Obvio que diría que es más fácil emprender si sos joven, no tenés responsabilidades o familia a cuestas y sobre todo si tenés una red de contención, ¿si no emprendes a temprana edad entonces cuándo?. Igualmente digo que es posible emprender si hoy sos empleado y no querés dejar tu trabajo, o si ya tenés una familia o cargás con más responsabilidades, en estos casos vas a tener que recurrir a organizar tu tiempo, foco y energía de forma de aprovecharlo al máximo, tanto fines de semana, como cada momento fuera del horario laboral.
En todos los casos se puede y es importante entender que el camino hacia lograr tus objetivos no es lineal, esta lleno de valles y picos, de forma que lo más importante es perseverar, tener paciencia y desarrollar confianza en vos mismo y en lo que estás haciendo para lograr lo que sueñas.
Admiro enormemente a todos los emprendedores y emprendedoras que cada día trabajan incansablemente para lograr lo que se proponen, para ellos va mi reconocimiento y es a quienes quiero dedicar cada uno de mis post, recomendaciones de negocios, metodologías de ventas, mentoring y mi curso de logro de objetivos. Por y para ellos yo también quiero ser emprendedora.
Para todos ellos y para cada potencial emprendedor dejo un abrazo virtual y mis deseos de que sus emprendimientos sean duraderos y sostenibles en el tiempo.